En el escrito se hace la salvedad de que el porcentaje esgrimido tiene validez siempre y cuando se otorgue de una sola vez. “Cualquier variable que incluya escalonamientos mensuales, indefectiblemente, requerirá de un porcentaje no menor al 30 por ciento”, indicaron.
En este sentido, el gremio evaluó la situación actual y calculó el valor porcentual en base a lo presupuestado por el Departamento Ejecutivo para este año y, según expusieron, “considerando la necesidad de las compañeras y compañeros municipales de Tandil”.
La solicitud coincide con el pago del medio aguinaldo, que se debe abonar con el sueldo de junio. En una reunión celebrada hace 15 días entre las partes, el Municipio expresó que “es un esfuerzo importante poder continuar cumpliendo en fecha con las obligaciones salariales hacia los trabajadores y que ahora su prioridad será recaudar para el pago de aguinaldos”.
En tanto que la contraparte expresó lo difícil que se torna para el trabajador “subsistir con sueldos que en algunos casos ya son inferiores a las ayudas económicas otorgadas a los sectores mas excluidos”.
Aumentos en épocas de crisis
En los encuentros previos, ambas partes coincidieron en la necesidad de establecer un sistema de acuerdos que sirva para monitorear a corto plazo, con discrepancias en torno a los formatos y los valores porcentuales que se aplicarían de aumento para arreglar los incrementos 2020. Este debate aún no se ha logrado zanjar y seguramente formará parte de las negociaciones que se entablen a partir de la nueva petición.
Las negociaciones paritarias se iniciaron en marzo, pero se vieron resentidas por la pandemia. Antes de esto, en enero, el Ejecutivo y el sindicato resolvieron el pago de una suma fija de 6 mil pesos que se abonó en tres cuotas iguales y consecutivas de 2 mil pesos con los haberes de enero, febrero y marzo. Asimismo, se acordó que el 50 por ciento de cada cuota será remunerativo para que alcance también a los jubilados. De esto modo, se logró recomponer la pauta salarial de 2019 y las partes acordaron volver a reunirse en marzo para retomar la discusión.
Con la cuarentena de por medio, los trabajadores municipales cobraron una bonificación extraordinaria por única vez de 2000 pesos, que percibieron con los haberes de abril. Esta compensación se produjo como paliativo en medio de la emergencia sanitaria y la postergación de la discusión de la nueva recomposición salarial y ahora, la entidad gremial volvió a la carga con sus pretensiones económicas.
Asimismo, la eterna disputa entre las autoridades y la representación sindical se construye alrededor de la capacidad económica de las arcas municipales para responder al pedido en cuestión. La comuna exhibe un escenario de ajuste y baja recaudación, mientras que el gremio desconfía de esta versión y entiende que el Estado está en condiciones de hacer un esfuerzo para cumplir con sus empleados, bajo la premisa de restituir el poder adquisitivo de la masa trabajadora frente al cuadro inflacionario y los vaivenes coyunturales.