Trabajadores municipales de Avellaneda realizaron un abrazo simbólico a la sede de su obra social ante la avanzada del Gobierno para darla de baja. Hernán Doval, titular del gremio local y de la Confederación de Trabajadores Municipales a nivel nacional, denunció una maniobra privatista.
En la mañana de este viernes, la sede de la Obra Social del Personal Municipal de Avellaneda –OSPMA-, ubicada en Laprida 70, fue escenario de un abrazo simbólico protagonizado por afiliados, trabajadores y dirigentes del Sindicato de Trabajadores Municipales de Avellaneda, en rechazo al intento del Gobierno nacional de dar de baja la entidad prestadora de salud. La medida, impulsada por la Superintendencia de Servicios de Salud, fue calificada como una maniobra “loquísima y rarísima” para entender, ya que no se cumplieron las instancias básicas para dar ejecución a semenjante decision y menos aun, cuando no hubo irregularidades de tamaña magnitud.
“Nosotros veníamos cumpliendo con todo lo que teníamos que cumplir y de repente hay una nota que nos piden cuatro cosas, de las cuales tres, si leyeron la Ley Bases que votó Milei, no tienen derecho a pedírnoslas”, denunció Doval, mano a mano con Sonido Gremial. y frente a la puerta de la obra social. “Se nos traspapeló esa nota y es la única nota que no contestamos. A los cinco días nos dan directamente de baja la obra social. Nos parece algo loquísimo y rarísimo”, insistió. “Quizas no leyeron la Ley Bases”, ironizó el titular de la CTM, el STMA y presidente de OSPMA.
El encuentro entre trabajadores, a las puertas de la entidad contó con el apoyo de diferentes gremios de la región y con la presencia de la CGT Avellaneda-Lanús, con sus dirigentes en respaldo de la obra social de los municipales.
El dirigente nacional explicó que OSPMA tiene todos los balances aprobados, fondos presentados, y prestadores al día. “Tenemos superávit en nuestros balances, tenemos los prestadores, estamos pagando algunos a 30 días. Sí, nos sorprendió muchísimo y nos sorprendió lo desmedido. No contestás una nota y te doy de baja la obra social. Primero tenés que intimar, multar, apercibir”, detalló ante una maniobra que calificó como privatista ya que durante los últimos tiempos, prestadoras privadas quisieron quedarse con los afiliados.
“Tenemos ahí una serie de prepagas carancheando en este momento. Hace dos años que vienen los call center tratando de quitarnos nuestros afiliados, muchas veces engañando. Esto forma parte de esa política: hay un avance privatista sobre nuestro sistema de salud solidario”, denunció.
Pese a la ofensiva oficial, el dirigente aseguró que OSPMA sigue funcionando y que será defendida por toda la estructura sindical. “Nosotros vamos a resistir con todos nuestros delegados, nuestros trabajadores, con nuestras trabajadoras. Es una obra social donde las trabajadoras y los trabajadores tienen mucha conciencia de lo que significa. No está tercerizada, no está gerenciada, la manejan los propios trabajadores. Eso lo vamos a defender”, aseguró.
El conflicto será judicializado, aunque Doval anticipó una posible instancia previa de diálogo. “Tengo entendido que me citaron para una reunión, yo voy a ir, les voy a mostrar todo lo que tenemos nosotros y si esto está equivocado tendrían que reconocer su error”, concluyó.